miércoles, 10 de diciembre de 2008

Mi confrontación con la docencia

de Arturo Rafael Tovar Solorio

Mi profesión de origen es la de licenciado en administración industrial, la cual deje inconclusa. Y termino mi preparación recibiéndome como licenciado en derecho.
Me inicio como profesor en el año de 1990, impartiendo la asignatura de sistemas de flujo a un solo grupo de la especialidad de administración al surgir la necesidad en el plantel de recursos con el perfil para impartirla. Recibo el programa de estudios, reviso la bibliografía y adquiero algunos textos y como puedo desarrollo los temas por unidad. Mis dudas en ese momento muy aparte del temor de que por primera vez me presentaría en un grupo a dar clase, consistieron en: ¿Cómo les voy a enseñar? ¿Cómo voy a impartir mis clases y de que forma? ¿Debo seguir las formas de impartir las clases de mis maestros? ¿Cómo voy a responder las preguntas a las dudas de los alumnos? Etc.
En la actualidad, mi pensamiento siempre se centra en la responsabilidad de nuestra labor educativa.
Mi punto de vista muy particular de la responsabilidad de ser docente de jóvenes de nivel medio superior se enfoca en la etapa de formación y en la edad tan difícil que se encuentran de su vida. Es como docente el trabajo más importante de todos los niveles educativos, debido a que en la primaria y secundaria los alumnos van de la mano de sus padres, mismos que al ingresar sus hijos al bachillerato se quitan una responsabilidad de encima, porque los niños ya se convirtieron en adultos independientes, responsables y van a resolver solos sus problemas, situación que aumenta nuestra responsabilidad y papel como docente, ya que no es tan solo el trasmitir la información de la materia o servir como facilitadores del conocimiento, sino que también implica el de escucharlos, comprenderlos, brindarles apoyo y saber orientarlos en una posible solución a sus conflictos personales.
Las satisfacciones recibidas durante este tiempo de profesor son muchas, por el reconocimiento a mi labor por parte de los alumnos, de sus padres de familia, de los mismos compañeros docentes y de las autoridades educativas, pero principalmente mi mayo satisfacción surge cuando llegan a visitarme jóvenes egresados que en la actualidad ya son profesionistas titulados y me dicen: gracias profesor porque lo que aprendí con usted, me sirvió para seguir adelante.
Por último, reconozco mi carencia de capacidades y de conocimientos psicopedagógicos para impartir de manera correcta mis clases, debido a que consideraba que mi misión principal dentro de nuestro nivel educativo era la de apoyar a los jóvenes desde un puesto directivo desempeñando funciones administrativas.








2 comentarios:

  1. Arturo Rafael Tovar

    La información que viertes en este blogger esta interesante.

    Las experiencias que expresas en este espacio son de mucha utilidad para todos aquellos que nos dedicamos a la docencia.

    Felicidades y, bueno... a continuar.

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  2. Arturo Rafael
    Tu blog esta muy completo, y es enriquecedor conocer algunos de tus muchas experiencias como docente, te felicito por tu vocación como docente.
    Hasta pronto.

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